¿Son todos los tipos de dolor igual?

“Dolor es toda experiencia real que el paciente que sufre dolor nos relata” Arturo Goicoechea. 

Los fisioterapeutas somos los profesionales sanitarios encargados de diagnosticar, valorar y tratar a la gente que sufre de dolor. Pero debemos saber qué es el dolor, qué tipos de dolor podemos encontrarnos y si todos los tipos de dolor los debemos tratar desde la fisioterapia. 

Qué es el dolor y qué tipos de dolor nos encontramos en las consultas de fisioterapia. 

En anteriores entradas del blog, hemos hablado mucho del dolor, posibles puntos diana de sufrir dolor, patologías con dolor muy característico, testimonios de pacientes con dolor músculo-esquelético y una larga serie de post donde la fisioterapia actúa para combatir esta sensación. 

Hace relativamente poco, a finales de diciembre del año pasado, la Organización Mundial de la Salud, junto con la Organización internacional para el Tratamiento del Dolor (IASP por sus siglas en inglés) han vuelto a actualizar la definición teórica del dolor. 

Esta nueva revisión publicada en la revista Pain sobre este mecanismo neurofisiológico nos dice lo siguiente: “Una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada o similar a la asociada con daño tisular real o potencial” y además de este título los expertos han añadido 6 matices complementarios para ayudarnos a los profesionales sanitarios y a las personas que sufren esta enfermedad a comprenderla mejor. 

La primera anotación nos dice: “El dolor es siempre una experiencia personal que está influenciada en diversos grados por factores biológicos, psicológicos y sociales.” Como ya hemos hablado en este blog en muchas ocasiones, el dolor no se expresa solo por daño en los tejidos o en los órganos, sino que va mucho más allá y recoge la experiencia psicológica y de nuestro comportamiento social como seres humanos.

La segunda anotación es: “El dolor y la nocicepción son fenómenos diferentes.” Cuando nos referimos a la nocicepción hablamos del “proceso neural de codificación de los estímulos nocivos” según recoge el Manual de Medicina del Dolor (2016) escrito por la Sociedad Española del Dolor; es decir, cómo interpreta nuestro cerebro las señales que le llegan desde los tejidos, órganos y sistemas. 

La tercera anotación recoge lo siguiente: “El dolor no puede inferirse únicamente de la actividad en las neuronas sensoriales.” 

La cuarta anotación expone: “A través de sus experiencias de vida, las personas aprenden el concepto de dolor. La manifestación de una persona que afirma sentir dolor debe ser respetada. Aunque el dolor generalmente cumple una función adaptativa, puede tener efectos adversos sobre la función y el bienestar social y psicológico.” Ya hemos hablado en otras ocasiones que la función principal del dolor es que se produzca una respuesta para modificar una situación por ser peligrosa o dañina. 

En la quinta anotación encontramos: “Etimología: inglés medio, de anglo-francés peine (dolor, sufrimiento), de latín poena (pena, castigo), a su vez del griego poine (pago, penalidad, recompensa).”

La sexta anotación nos aclara: «Un cambio fundamental en la nueva definición, en comparación con la versión de 1979, está reemplazando la terminología que se basaba en la capacidad de una persona para describir la experiencia para calificar como dolor.” La anterior definición excluía a personas mayores o bebés sin capacidad de comunicarse y también excluía a otros animales. 

Una vez analizada la definición dada por la IASP no debemos perder de vista el complejo funcionamiento del cuerpo humano y las múltiples opciones de que aparezca y sintamos dolor. Por eso vamos a ver ahora qué tipos de dolor podemos experimentar y cuales son sus características. 

El Dolor Nociceptivo es aquel que experimentamos tras un “daño real o la amenaza de daño al tejido no neural, y que se debe a la activación de los nociceptores”. Un arañazo, un golpe, cortarnos con un cuchillo, un esguince de tobillo o acercar la mano al fuego pueden ser ejemplos de este tipo de dolor. 

El Dolor Neuropático se define como “dolor causado por una lesión o enfermedad del sistema nervioso somatosensorial”. Ejemplos de este tipo de dolor son el dolor causado por el Herpes Zoster, un accidente cerebrovascular o el dolor producido por una inflamación de la raíz nerviosa, siempre que el dolor que experimentemos siga una distribución parecida o igual a la de la metámera afectada. 

El Dolor Nociplástico es la experiencia más compleja puesto que es “el dolor que surge de la nocicepción alterada a pesar de que no hay evidencias claras de un actual daño tisular o amenaza de daño tisular que provoque la activación de los nociceptores periféricos, o evidencia de enfermedad o lesión del sistema nervioso somatosensorial que cause dolor”. Dentro de este tipo de dolor nos encontramos la migraña, la fibromialgia, el dolor crónico lumbar o cervical, incluso algunos tipos de dolor de cabeza. 

El Dolor Mixto como su propio nombre indica es: “una superposición compleja de los diferentes tipos de dolor conocidos (nociceptivo, neuropático y nociplástico) en cualquier combinación, que actúa de forma simultánea y/o concurrente”. Su aparición en la práctica clínica suele ser muy común y los fisioterapeutas debemos estar muy atentos a todo lo que hemos ido exponiendo. 

Conocer el dolor nos hará mejores profesionales.

Cuando hablamos del dolor, hablamos de una experiencia muy compleja, que afecta a muchos niveles de organización estructural en el ser humano. Los profesionales sanitarios que nos dedicamos al tratamiento del dolor en sus múltiples factores, debemos conocer todas estas aclaraciones, modificaciones y seguir actualizándonos para mejorar en nuestra práctica clínica.

El conocimiento nos hará que podamos trasmitir mejor la información a las personas que acuden a nuestras consultas para así educar y empoderar. Lo que nos va a permitir tener mayor éxito en nuestras intervenciones terapéuticas. 

Como siempre os diré, cuando me despida de vosotros,
¡Salud y Vida! 

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