La fisioterapia en la infancia como método preventivo.

“Lo que realizamos en nuestro día a día, construirá lo que seremos en un futuro.”

Tenemos que educar a nuestros jóvenes en hábitos de vida saludables, para que crezcan de manera correcta y no paguen en un futuro los peajes de malas costumbres adquiridas en la infancia.

La fisioterapia también es para niños y está indicada en todas las fases de la infancia para subsanar las posibles patologías que puedan tener nuestros más pequeños, pero también desde la fisioterapia podemos ayudarles a crecer de la mejor manera posible.

Desde que somos pequeños, podemos encontrar en la fisioterapia las soluciones a los problemas del futuro.

Desde que empecé a realizar mis primeras prácticas en la universidad, me encontraba con muchos niños y jóvenes afectados por numerosas patologías músculo esqueléticas así como enfermedades respiratorias y dolores complejos que no se correlacionan con ninguna patología.

Nuestros más pequeños aprenden de sus padres normas de comportamiento, normas de educación, a lavarse los dientes después de cada comida, a lavarse las manos cuando llegan de jugar del colegio o del parque y también aprenden actitudes y gestos que decidirán su desarrollo tanto cognitivo, emocional o corporal.

Es bastante común encontrarse en consulta gente adulta con problemas de juanete, que te explican que lo sufrió su madre y que su hermana mayor también tuvo problemas en esa zona. Los pacientes de forma errónea creen que la carga genética es la responsable de su patología. Pero no es más culpable la carga genética que el aprendizaje que ha tenido esa persona, en la forma de pisar, por ejemplo en el caso del juanete, de sus antecesores.

Por ello es importante que desde pequeños, pongamos solución a actitudes y vicios perjudiciales. Y en este aspecto, la fisioterapia tiene mucho que hacer en la infancia. Podremos enseñar a los niños las actitudes buenas y necesarias para desarrollarse de una manera correcta, que crezcan teniendo patrones de movimientos adecuados y sepan controlar su cuerpo cuando realizan actividad física o tienen que pasar tiempo sentados atendiendo en clase.

Para solucionar este tipo de problemas que se pueden presentar en un futuro, con los más pequeños es habitual recurrir a juegos tanto individuales como grupales donde estimularemos aquellos aspectos que queramos reforzar. Por ejemplos en chavales con actitudes “cheposas” intentaremos realizar actividades que favorezcan una elongación de su columna vertebral, enfatizando el esfuerzo en su zona dorsal y cintura escapular. Por poner un ejemplo que suele producirse más en las niñas, como es la actitud de tener unas rodillas en valgo, es decir que se junten hacia dentro, buscaremos realizar actividades que fortalezcan los rotadores externos de cadera, para corregir esa actitud que puede producir lesiones en un futuro.

También la fisioterapia en la infancia tiene las mismas actuaciones que puede tener en la población adulta, son numerosos los casos de chavales que practican deportes en la edad escolar. Y sabiendo que la práctica deportiva es saludable, también nos encontramos con lesiones producidas por dicha práctica. Esguinces, contusiones, y problemas de cualquier índole son frecuentes en nuestros pequeños deportistas y deben ser tratados para no generar lesiones crónicas o problemas ocultos que aparecerán más adelante.

No debemos olvidar la capacidad pulmonar y respiratoria. No suele ocurrir con mucha frecuencia, pero si que hay ciertas ocasiones en los que nuestros niños tiene problemas en desarrollar su capacidad ventilatoria. Desde la fisioterapia encontramos una alternativa a los fármacos para mejorar este problema. Ejercitando su musculatura inspiratoria y espiratoria, enseñando a tomar conciencia de su diafragma, queremos ayudar a mejorar su función ventilatoria. La mejor manera será con juegos, que hagan que la sesión de rehabilitación no se convierta en un suplicio, sino que sea tiempo que nuestros pacientes más jóvenes lo encuentren agradable y entretenido.

Nuestros pequeños pueden ser de goma, pero también necesitan en ocasiones de los servicios de un fisioterapeuta.

Siempre hemos escuchado que los niños son de goma, que aguantan todo lo que les echen, pero no es menos cierto, que nos encontramos con lesiones y patologías que deben ser tratadas para solucionar problemas inmediatos así como posibles patologías futuras, que puedan hacer que los chavales se encuentren en la adolescencia o en la etapa adulta con dolores provenientes de sus actitudes de pequeños.

Por ello desde la fisioterapia infantil vamos a actuar desde varios campos, sin olvidarnos de la etapa de desarrollo en la que están nuestros pacientes, así como adaptando nuestras técnicas y actuaciones a nuestros luchadores más jóvenes. Enseñarles una actitud de afrontamiento activo y positivo de la enfermedad también será importante para no arrastrar miedos en la etapa joven y adulta.

Como siempre os diré, cuando me despida de vosotros,
¡Salud y Vida! 
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