La fisioterapia como ayuda para mejorar la osteoporosis. 

“El silencio es el ruido más fuerte, quizá el más fuerte de todos los ruidos” Miles Davis. En la siguiente entrada del blog vamos a hablar sobre la osteoporosis, conocida comúnmente como la enfermedad silenciosa.

Es una enfermedad que afecta a mucho millones de personas, que no duele pero no por ello tenemos que abandonar su tratamiento.

El tratamiento de la osteoporosis tiene cabida en las salas de fisioterapia.

La osteoporosis o también conocida como enfermedad silenciosa es una patología que afecta un muchas personas en nuestro entorno. Se le denomina como enfermedad silenciosa, porque suele ser una caída accidental la que nos delata que padecemos esta enfermedad.

Pero vamos a detallar algo más qué es la osteoporosis y también sus posibles tratamientos. Cuando hablamos de osteoporosis nos referimos a una patología ósea que se caracteriza por una pérdida de densidad en nuestros huesos como consecuencia de una disminución de nuestro tejido óseo. Esto quiere decir que nuestros huesos se vuelven algo más débiles, pues aumenta la porosidad de nuestro tejido interno y esto a su vez hace que se vuelve más débil el hueso y se convierta en un hueso más frágil y que soporta peor los golpes así como la carga propia de nuestro cuerpo.

La causa de que nuestro hueso se debilite, suele ser multifactorial. Esto quiere decir que es la sumación de algunos factores los que lo producen. Entre estos factores se encuentran, una alteración a nivel hormonal, la cantidad de actividad física que hagamos, la dieta que estemos siguiendo, os hábitos tóxicos así como nuestros niveles de vitamina D.

Por normal general cuando llegamos a los 30-35 años, alcanzamos nuestra máxima densidad ósea, y a partir de ese momento vamos a empezar a tener una disminución de esa densidad y por eso es conveniente empezar a prevenir la enfermedad.

No hay  síntomas claros de esta enfermedad. Se empieza a estudiar la densidad ósea cuando la persona ha sufrido una fractura por un pequeño golpe o incluso sin acción traumática. Por eso es conocida como enfermedad silenciosa.

Si que es verdad, que hay determinados factores que nos hacen predisponer a padecer esta enfermedad, como son los hábitos tóxicos de alcohol y tabaco, una dieta poco equilibrada y una escasa actividad física.

¿Pero, porqué la fisioterapia puede ayudar a prevenir o mejorar esta enfermedad?

Pues la respuesta es bastante clara, desde la fisioterapia vamos a ser capaces de coordinarnos con el médico, el nutricionista y los demás responsables de las áreas afectadas para programar el ejercicio terapéutico adecuado a cada persona.

Si uno de los factores de riesgo es la poco o nula actividad física que realizan estas personas, vamos a ser los encargados de analizar los puntos débiles y posteriormente hacer una programación correcta del ejercicio.

Se ha evidenciado, que el ejercicio que mejor funciona para aumentar la densidad ósea en el hueso, son los ejercicios de fuerza. Esto no quiere decir que vayamos a tener que volvernos halteras, sino que debemos trabajar o bien con nuestro propio peso corporal o bien con unas cargas que seamos capaces de afrontar.

La dosis de ejercicios que los expertos recomiendan es de entre media hora y una hora diaria. Se pueden realizar ejercicios variados cada día y podemos combinarlos incluso con las caminatas largas y a buen ritmo.

Debemos pensar que el impacto también debemos trabajarlo, por lo que ejercicios pliométricos de baja intensidad también van a estar indicados realizarlos unas dos veces por semana.

¿Entonces, solo con el ejercicio que nos planifiquen desde la sala de fisioterapia bastaría?

No solo con el ejercicio vamos a conseguir resultados. Como hemos hablado un poco más arriba, la osteoporosis, es una enfermedad multifactorial, por lo que deberemos cuidar la dieta, que sea rica en alimentos en calcio que ayuda a fijar la vitamina que absorbemos gracias a la exposición del sol y deberemos abandonar los hábitos tóxicos de alcohol y tabaco principalmente.

La fisioterapia en la osteoporosis no va a buscar convertirnos en atletas, sino que nuestro ejercicio se va a realizar con el fin concreto de ayudar a la remodelación ósea y a aumentar la densidad del hueso. Si queremos entrenar con osteoporosis lo podremos hacer, siempre que el ejercicio en este caso esté pautado por un experto en ejercicio como son los licenciándoos en actividad física y deporte.

Mejorar los pronósticos de la osteoporosis está a nuestro alcance.

Como hemos venido comentando en toda la entrada, mejora los pronósticos de la osteoporosis es posible. Si bien es cierto, que debemos ponernos manos a la obra desde bien temprano para que no aparezcan las fracturas en la edad avanzada.

La combinación de dieta, ejercicio pautado desde la fisioterapia, modificación de hábitos tóxicos y una correcta exposición al sol, van a hacer que nuestros huesos estén fuertes.

Como siempre os diré, cuando me despida de vosotros,

¡Salud y Vida! 

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